La promoción de la salud salutogénica es un enfoque que se centra en fortalecer los recursos y activos de salud de las personas y sus entornos, en lugar de simplemente abordar las enfermedades o déficits de salud. Esta metodología se basa en la teoría de la salutogénesis de Aaron Antonovsky, que sostiene que las personas tienen una capacidad inherente para mantener y mejorar su salud (sentido de coherencia), y que esta capacidad puede ser potenciada a través de la identificación y movilización de activos de salud.
La teoría de la salutogénesis se contrapone a la tradicional teoría patogénica de la salud, que se centra en la enfermedad y la identificación de factores de riesgo. En cambio, la salutogénesis se enfoca en lo que hace que las personas se mantengan saludables y prosperen. El término «salutogénesis» proviene de las palabras latinas «salus» (salud) y «genesis» (origen), y se refiere al estudio del origen de la salud.
Los activos de salud son recursos y factores que contribuyen a la promoción de la salud y el bienestar de las personas. Estos activos pueden ser de naturaleza física, emocional, social, económica o espiritual. Algunos ejemplos de activos de salud incluyen el apoyo social, la resiliencia, la educación, la actividad física, la alimentación saludable, la autoeficacia y el sentido de coherencia. La metodología de activos de salud se basa en la idea de que identificar y movilizar estos activos puede fortalecer la capacidad de las personas para mantener su salud y afrontar los desafíos de la vida.
El mapeo de activos de salud parte de un visión sobre la salud:
- Con un enfoque positivo: A diferencia de enfoques que se centran en los problemas y las enfermedades, la metodología de activos de salud se enfoca en lo que está funcionando bien y en cómo fortalecer esos aspectos positivos. Esto promueve una visión más optimista de la salud y el bienestar.
- Empoderamiento de las personas: Al identificar y movilizar sus propios activos de salud, las personas se vuelven más conscientes de su capacidad para influir en su bienestar. Las personas son ‘expertas’ en su propia vida. Esto fomenta un mayor sentido de control y empoderamiento sobre su salud. Adopta un punto de vista centrado en las personas, la focalización en sus fortalezas y recursos, y en una actitud respetuosa de su autonomía y su perspectiva particular sobre la vida
- Enfoque holístico: La metodología de activos de salud considera una amplia gama de factores, incluyendo aspectos físicos, emocionales, sociales y espirituales de la salud, lo que permite abordar la salud de manera integral.
La implementación de la metodología de activos de salud en la promoción de la salud salutogénica implica los siguientes pasos:
- Identificación de activos de salud: Se realiza una evaluación para identificar los activos de salud presentes en la comunidad, grupo o individuo en cuestión. Esto implica identificar los recursos personales y comunitarios que pueden contribuir al bienestar.
- Fortalecimiento de los activos de salud: Una vez identificados, se trabaja en el fortalecimiento de estos activos. Esto puede involucrar la creación de programas de promoción de la salud, la educación sobre cómo utilizar estos activos de manera efectiva y la creación de entornos que fomenten su desarrollo.
- Participación activa: La metodología de activos de salud enfatiza la participación activa de las personas y comunidades en la identificación y movilización de sus activos. Se promueve la toma de decisiones informada y la colaboración.